Fútbol/ arbitraje colombiano
La crisis del arbitraje colombiano
El espectáculo del fútbol colombiano se ha visto perjudicado por el bajo nivel arbitral que durante cada fecha de la copa mustang, los jueces centrales como los asistentes han acaparado un protagonismo que no debe ser propio de un campeonato serio, influyendo en el resultado final de un determinado partido.
Es importante aclarar que esta crisis arbitral no tiene ningún interés extra-futbolístico como si ocurría hace 15 o 20 años, cuando el narcotráfico tenía grandes nexos con el fútbol colombiano. Es difícil pensar que actualmente los árbitros que demuestran un bajo nivel tengan un vínculo directo con algún club en particular, para beneficiar a estos en la Copa Mustang.
Lo que está ocurriendo en estos momentos es una crisis arbitral, donde la mayoría de los jueces centrales, tienen la costumbre de cometer errores tanto técnicos como disciplinarios. Esto se puede explicar por la falta de preparación física que requiere un árbitro que está participando en un torneo donde la edad promedio de los jugadores es de 24 años. No es suficiente realizar una actividad física basada en el atletismo o en el trote, un arbitro profesional debe sumarle a lo anterior ejercicios específicos dentro de un gimnasio; ejecución del test de couper semanalmente con su respectiva revisión por parte de los preparadores físicos que debe designar la comisión arbitral.
Porque es triste decirlo, pero la verdad muchos árbitros de fútbol tienen que entrenar en el patio de su casa o en el parque cercano a esta. De ahí uno puede entender porque las reiterativas fallas de los referís en cada fecha del fútbol colombiano.
Los colegiados arbítrales deben tener permanente control por parte de la comisión arbitral, la cual debe realizarle a los jueces tests tanto físicos como conceptuales, para saber en que nivel llegan a los partidos todos los árbitros que se encargan de impartir justicia en la Copa Mustang.
Un aspecto que ha originado polémica es él referente a la tecnología arbitral durante el desarrollo del juego. Por una lado tenemos a los que son partidarios de la aplicación tecnológica, a la hora de facilitar las decisiones arbítrales con el fin de no incidir en el resultado final de un determinado partido. Y en oposición a lo anterior encontramos quienes rechazan la presencia de ayudas tecnológicas, sustentando que los árbitros son seres humanos que tienen que tomar una decisión en milésimas de segundos y agregando a que esto es una de las características esenciales del juego y modificarla sería quitarle ese factor de emotividad que ejerce el árbitro dentro de un terreno de juego.
Una propuesta que ha venido haciendo eco por parte de la FIFA y que tiene el objetivo de mejorar la calidad arbitral no solo en Colombia sino a nivel mundial, es la profesionalización del arbitraje. Esto significa que la comisión de árbitros debe formar parte de la Federación, también debe ser integrada por ex–jueces, los clubes no pueden incidir en el nombramiento de los árbitros y la remuneración de los árbitros dependerá de su calificación.
Porque mientras tanto en nuestro país, no tenemos árbitros profesionales, a todos se les paga igual, los árbitros dependen de la liga aficionada Difutbol, la comisión arbitral se designa a dedo y por último los clubes tienen capacidad de veto. Y todo esto ha afectado al desarrollo del campeonato, quitándole el aceptable nivel que los jugadores intentan darle fecha tras fecha del campeonato colombiano.
La crisis del arbitraje colombiano
El espectáculo del fútbol colombiano se ha visto perjudicado por el bajo nivel arbitral que durante cada fecha de la copa mustang, los jueces centrales como los asistentes han acaparado un protagonismo que no debe ser propio de un campeonato serio, influyendo en el resultado final de un determinado partido.
Es importante aclarar que esta crisis arbitral no tiene ningún interés extra-futbolístico como si ocurría hace 15 o 20 años, cuando el narcotráfico tenía grandes nexos con el fútbol colombiano. Es difícil pensar que actualmente los árbitros que demuestran un bajo nivel tengan un vínculo directo con algún club en particular, para beneficiar a estos en la Copa Mustang.
Lo que está ocurriendo en estos momentos es una crisis arbitral, donde la mayoría de los jueces centrales, tienen la costumbre de cometer errores tanto técnicos como disciplinarios. Esto se puede explicar por la falta de preparación física que requiere un árbitro que está participando en un torneo donde la edad promedio de los jugadores es de 24 años. No es suficiente realizar una actividad física basada en el atletismo o en el trote, un arbitro profesional debe sumarle a lo anterior ejercicios específicos dentro de un gimnasio; ejecución del test de couper semanalmente con su respectiva revisión por parte de los preparadores físicos que debe designar la comisión arbitral.
Porque es triste decirlo, pero la verdad muchos árbitros de fútbol tienen que entrenar en el patio de su casa o en el parque cercano a esta. De ahí uno puede entender porque las reiterativas fallas de los referís en cada fecha del fútbol colombiano.
Los colegiados arbítrales deben tener permanente control por parte de la comisión arbitral, la cual debe realizarle a los jueces tests tanto físicos como conceptuales, para saber en que nivel llegan a los partidos todos los árbitros que se encargan de impartir justicia en la Copa Mustang.
Un aspecto que ha originado polémica es él referente a la tecnología arbitral durante el desarrollo del juego. Por una lado tenemos a los que son partidarios de la aplicación tecnológica, a la hora de facilitar las decisiones arbítrales con el fin de no incidir en el resultado final de un determinado partido. Y en oposición a lo anterior encontramos quienes rechazan la presencia de ayudas tecnológicas, sustentando que los árbitros son seres humanos que tienen que tomar una decisión en milésimas de segundos y agregando a que esto es una de las características esenciales del juego y modificarla sería quitarle ese factor de emotividad que ejerce el árbitro dentro de un terreno de juego.
Una propuesta que ha venido haciendo eco por parte de la FIFA y que tiene el objetivo de mejorar la calidad arbitral no solo en Colombia sino a nivel mundial, es la profesionalización del arbitraje. Esto significa que la comisión de árbitros debe formar parte de la Federación, también debe ser integrada por ex–jueces, los clubes no pueden incidir en el nombramiento de los árbitros y la remuneración de los árbitros dependerá de su calificación.
Porque mientras tanto en nuestro país, no tenemos árbitros profesionales, a todos se les paga igual, los árbitros dependen de la liga aficionada Difutbol, la comisión arbitral se designa a dedo y por último los clubes tienen capacidad de veto. Y todo esto ha afectado al desarrollo del campeonato, quitándole el aceptable nivel que los jugadores intentan darle fecha tras fecha del campeonato colombiano.
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